El impacto de la devaluación y la caída del precio del petróleo Desde que arrancó el año, varios funcionarios del Gobierno vienen alertando sobre el endeudamiento de YPF.

En marzo, la compañía replicaba que su ratio de deuda en dólares sobre el Ebitda (resultado antes de amortizaciones) era del 135% y que ese número se ubicaba “por debajo de los estándares internacionales para la industria”. Pero, en su última presentación de resultados, la compañía modificó los calculos: ahora necesita casi dos años de ganancias para pagar sus deudas, ya que tiene un 186% de relación deuda-Ebitda.

En el Poder Ejecutivo señalan como responsable de la política de endeudamiento excesivo a Miguel Galuccio, el CEO de la compañía hasta abril. Las colocaciones de deuda estuvieron a cargo de Daniel González, CFO (director financiero) de YPF y hombre de confianza de Galuccio. El ejecutivo se mantuvo en el cargo, pese a que la empresa nombró a un nuevo CEO -Ricardo Darré-, bajo la supervisión del presidente Miguel Angel Gutiérrez.

La permanencia de González en la compañía genera incógnitas en el Poder Ejecutivo. Lo consideran responsable del endeudamiento y a varios los sorprende que continúe en su puesto. En lo que va del año, el margen operativo de YPF cayó un 82%. Sus ganancias en el tercer trimestre fueron de US$ 108 millones.

La compañía viene anotando números rojos en sus últimos balances. En el tercer trimestre, informó un cargo “extraordinario” que le provocó una pérdida de $ 36.200 millones. Eso se reflejó en la valuación de la compañía. Para los mercados, la petrolera vale US$ 6.440 millones. Hace dos años, en noviembre de 2014, los inversores le asignaban una capitalización que superaba los US$ 12.000 millones.

YPF busca recuperar la iniciativa a través de un nuevo convenio de productividad en Vaca Muerta, pero mientras tanto baja equipos de perforación y hay despidos. Todo eso sucedió en un año -el actual- donde debió afrontar deudas por US$ 727 millones. En 2017, los pasivos a saldar serán mayores (US$ 1.054 millones) y en 2018, será más del doble que lo pagado este año: US$ 1.612 millones.

La devaluación del peso contra el dólar afectó los planes de la petrolera expropiada. Como productor, YPF sigue cobrando el crudo que produce a precio dólar, pero como refinador despacha combustibles en pesos. En el último trimestre, anotó una pérdida extraordinaria. Aun antes de eso, su margen operativo bajó un 71% en el tercer trimestre de 2016, en comparación con el mismo período de 2015.

En reuniones privadas, sindicalistas y consultores confiesan que se avecina otra serie de números rojos. Hablan de un rojo mínimo de $ 2.000 millones.

“El incremento en las ventas del 39% no fue suficiente para balancear los mayores costos de ventas, compras (de crudo) y una mayor depreciación de nuestros activos en dólares”, explicó la empresa a inversores.

Durante la semana pasada, Miguel Angel Gutiérrez mantuvo un encuentro de “revisión y seguimiento de gestión” con el ministro de Energía, Juan José Aranguren y Gustavo Lopetegui, de la Secretaría de Coordinación de Políticas Públicas. El presidente Mauricio Macri también estuvo en un tramo.

La expectativa del presidente de YPF es que el Gobierno le dé luz verde a un aumento de precios de los combustibles durante el próximo verano. Eso le permitiría recomponer márgenes. Mientras tanto, Gutiérrez es visto por otros ejecutivos petroleros como “alineado” con el Poder Ejecutivo en la política de convergencia de precios locales e internacionales del crudo, que disminuiría el barril “criollo”. Sin embargo, en su encuentro con Aranguren del lunes pasado habrían surgido algunas discrepancias sobre otros temas del sector.