El ex ministro de Energía, Juan José Aranguren le vende el newsletter de su flamante consultora Energy Consilium a la petrolera estatal YPF, con la que coordinaba políticas oficiales hasta hace poco más de un año cuando estaba en la función pública.

Según publica el diario Perfil, el contrato de casi US$ 7 mil al año, es cierto, son monedas para una compañía de este tamaño, pero ¿corresponde contratar los servicios de un ex funcionario del área? Todo el mundo tiene derecho a seguir laburando, y a sacarle provecho a su trayectoria profesional. Aranguren mismo bancó al máximo esa máxima cuando siendo ministro defendió tener la guita afuera hasta recuperar la confianza en el país que él mismo gobernaba.

Por lo tanto, ahora también lo asiste el derecho a construir su rebusque, en un esfuerzo que comparte con buena parte de sus ex colaboradores en la gestión, como Hugo Balboa (ex Enarsa), Marcos Porteau (ex Subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos) o David Tezanos (ex interventor del Enargas) que figura como consultor independiente asociado. Están en la pelea desde febrero, cuando mandaron a los capos de todas las petroleras que operan en el país un primer Informe de

Coyuntura Energética con la leyenda “confidencial, no distribuir”. Incluía en su página 18 una foto-chapeo: la del propio Aranguren como ministro de Energía en una de las reuniones del área del Grupo de los 20.

La consultora tiene altos estándares éticos, dice su página web, donde se publica un “código de conducta” con pautas estrictas para evitar “conflictos de intereses” (sic) y donde se insta a sus miembros a rechazar “obsequios”. No se toma con ese rótulo el contrato de YPF, que considera necesario contratar la consultoría de ex funcionarios que el propio Gobierno echó. Genios del mundo.