Como una forma de bajar sus costos, YPF abrió un programa de retiros voluntarios. El Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (Supeh), que encabeza Antonio “Coco” Cassia, entiende que la compañía debería cobrar deudas del Estado Nacional. “La deuda del Estado con YPF es importante. Hace meses que venimos pidiendo públicamente que el Estado cubra las deudas”, sostuvo.

Según el último balance, el Estado Nacional le debe más de $ 40.000 millones a YPF por distintos conceptos. Las deudas provienen de la secretaría de Energía, el Ministerio de Transporte, CAMMESA, Leasa y Aerolíneas Argentinas –según publica Diario Clarín-.

“Vemos estos datos y nos preocupa. Queremos que a YPF le vaya lo mejor posible, para que pueda consolidar su estabilidad y crecer. Pero nos preocupa que no cobren sus deudas. Si la empresa cobra sus deudas entonces puede pagar y no tiene que pensar en reducir personal”, critican desde Supeh. “No queremos el retiro voluntario”, agregan.

La Secretaría de Energía es la mayor deudora de YPF. Es por programas de estímulo a la producción de gas. Esa dependencia acumula $ 24.500 millones sin desembolsar. La secretaría de Energía está encabezada por Sergio Lanziani, pero no talla en estas decisiones. Aunque depende del ministerio de Desarrollo Productivo (encabezado por Matías Kulfas), la liberación de pagos por subsidios se hace en anuencia con el Ministerio de Economía, encabezado por Martín Guzmán.

Hay más de $ 20.000 millones del plan Gas que promovió la administración anterior en 2017. Se trata de un acuerdo de pago en cuotas. La gestión anterior también heredó compromisos impagos de planes de estímulo del kirchnerismo, pero lo fue saldando en cuotas, bajo la idea que representaban al mismo Estado.

Hay otros $ 4.686 millones de la resolución 46. Esa disposición premiaba a los productores de gas en Vaca Muerta, otorgándoles una remuneración adicional a la que obtenía en el mercado. Era para lograr dinamizar esa formación, cuya actividad gasífera está ahora casi paralizada.

Ieasa, la ex Enarsa, se encarga de las importaciones de gas. Su deuda con YPF es de $ 6.730 millones. En YPF suelen caracterizar a esta situación como “flujo comercial normal”.

Aerolíneas debe $ 4.316 millones. Dentro de la petrolera también suelen pintar a esta deuda como normal en las relaciones comerciales entre ambas empresas.

El Ministerio de Transporte debe más de $ 3.000 millones. YPF le entrega nafta subsidiada a las líneas de colectivo. Cuando Transporte liquida los subsidios a los colectivos, se suele poner al día con esta obligación, pero siempre demora algunos meses.

CAMMESA, la mayorista que maneja el despacho eléctrico con intervención estatal, debe más de $ 1.000 millones.

“Nuestros trabajadores viven a YPF como si fuera una empresa propia. Es una empresa del Estado y nos duele que se quiera achicar en los trabajadores sin haber logrado antes que el propio Estado le pague sus deudas”, exploran en Supeh.

Cassia, del Supeh, estuvo con las autoridades de YPF antes que se anuncie un programa de retiros voluntarios. El sindicalista les manifestó a los ejecutivos de la petrolera que no coincidía con esa decisión.

YPF anunció el martes a los inversores que llevará adelante un programa de ajustes de gastos “sin precedentes”. El objetivo de la petrolera es achicar el peso económico de su estructura en un 30%. Para lograrlo, revisará los contratos existentes y promoverá otros mecanismos de ahorro.