El proyecto ya pasó el filtro de Vilma Ibarra y está a la firma de Alberto. La tensión entre Vaca Muerta y los pozos convencionales.
Luego de algunas idas y vueltas entre la Secretaría de Energía que encabeza Darío Martinez y la Secretaria de Legal y Técnica que conduce Vilma Ibarra, el proyecto de ley de promoción de inversiones hidrocarburíferas se encuentra sobre el escritorio del Presidente quien deberá decidir el momento político propicio para presentarlo al Congreso.
“Sería un pecado esperar a que pasen la elecciones, hay tensiones alrededor de cuestiones sensibles que esta ley viene a reparar”, explicó a LPO un funcionario que sigue de cerca el proyecto.
Uno de los frentes abiertos es el que plantearon un grupo de empresas dedicadas a la explotación de pozos convencionales maduros que se asumen en desventaja con los grandes jugadores de la explotación no convencional.
Sería un pecado esperar a que pasen la elecciones para presentarlo al Congreso, hay tensiones alrededor de cuestiones sensibles que esta ley viene a reparar.
En efecto, Vaca Muerta finalmente alcanzó niveles de competitividad similares a los de la industria petrolera de Texas y en los últimos doce meses marcó una impresionante alza del 38 por ciento en su producción.
Un grupo de empresas más pequeñas conformado por Oilstone, Petróleos Sudamericanos, Acongua, President y Phoenix se quejaron que las grandes jugadoras del sector que comparten la propiedad de la transportadora Oldelval, cuentan con una ventaja adicional al determinar los volúmenes a partir de lo cuales se define el precio a pagar.
“La fórmula que reconoce el valor de los volúmenes inyectados favorece al crudo mas liviano, el que se conoce como medanito, el que se extrae de Vaca Muerta”, afirma un gerente de una de las firmas.
Este tipo de diferencias son los que la nueva ley se propone zanjar, aunque en el mercado desconocen con exactitud su contenido. “No conozco ninguna empresa que haya accedido a la letra chica del proyecto”, agrega el vocero de una de las petroleras mas famosas.
La excepción fue YPF que tuvo una participación activa en la elaboración de la ley. De hecho, uno de los que trabajó en la norma fue Demian Panigo, director de la empresa nombrado por el Ministerio de Economía, considerado por Martin Guzman como su hombre en el área energética
LPO accedió a números finos que contiene el proyecto de ley, que fija condiciones diferentes según se trate de pozos convencionales y de shale (Vaca Muerta):
– Para la producción en pozos convencionales se exige una inversión de 6 millones de dólares a tres años para la etapa de exploración y una inversión de 100 millones en el mismo plazo para la explotación.
– En el caso de tratarse de una empresa pequeña, o localizada en una zona marginal o de pozos maduros en declino, los beneficios se amplían.
– En este caso la inversión exigida tiene un piso de un millón y medio en tres años, lo que implica una reducción máxima del 75 por ciento.
– Además se habilita un aumento del 50 por ciento para los incentivos impositivos, descuentos en IVA y Ganancias.
– Para el shale las condiciones son bastante más exigentes. Se requiere una inversión mínima de 2000 millones de dólares en 5 años.