No sólo cayó la explotación con su consecuente impacto en las regalías. La Provincia fue una de las más afectadas con una baja del 39,7% en los últimos dos años, en dólares. Pero lo más preocupante es que también ha bajado el nivel de existencia de reservas hidrocarburíferas a futuro.
Según datos del propio Ministerio de Energía, en 2017 se incrementó la importación de crudo, cayó la producción de gas y petróleo local, se redujeron los niveles de “existencias” de hidrocarburos en las Cuencas y disminuyeron las regalías a las provincias.
El economista Alieto Guadani habla de un escenario con energía “escasa, importada y cara”, en medio de un largo retroceso productivo de más de una década, y asegura que ni la mejora en la producción de no convencionales (34 por ciento shale-oil y 42 shale-gas) cubre el déficit actual.
Los últimos números oficiales de 2017 llegan hasta octubre y noviembre pasado, aunque permiten trazar un panorama neurálgico. La última actualización de la base de datos pública se realizó el 28 de diciembre y ya hay dudas en el mercado por la falta de carga de los nuevos dígitos.
En los últimos dos años, la importación de crudo aumentó 26 por ciento. En ese mismo lapso, la cantidad en metros cúbicos de los productos procesados derivados del crudo cayeron 8,2 por ciento. En 2015 se procesaron 27.624.596; en 2016 fueron 26.401.220, y el año pasado 25.360.203. En dos años se dejaron de producir 2,2 millones de m3 de petróleo argentino genuinos, sin tener en cuenta el biodiesel, bioetanol o el petróleo importado.
“A pesar de elaborar los combustibles con una proporción de crudo doméstico del 96 por ciento, Argentina ya tiene naftas y gasoil más caros que Chile, que es importador del 100 por ciento del crudo que refina, y camino a superar en breve a Uruguay, que también es un importador neto”, señalan los especialistas.
Otro factor que describe el alejamiento del autoabastecimiento son las existencias de hidrocarburos en las 14 Cuencas nacionales. En 2015 poseían 1.970.623 m3; en 2016 cayeron a 1.810.842 m3, y en 2017 se cuentan 1.734.104 m3. La diferencia es de 236.519 m3 menos, con un descenso de hidrocarburos del 12 por ciento desde el arranque de la administración de Macri.
Regalías: menos en crudo y más en gas
En 2015 las 10 provincias productoras de petróleo y el Estado nacional recibieron u$s 1.280 millones en total. Un año después recogieron u$s 1.054 millones y en 2017 fueron u$s 903 millones. En dos años las provincias perdieron u$s 337 millones, lo que representó un desplome de 26,5 por ciento en las arcas públicas del interior.
Las provincias más perjudicadas fueron Santa Cruz (-39,73 por ciento); Neuquén (-34,54 por ciento) y Río Negro (-29,17 por ciento). De los cinco distritos que más reciben, solo Mendoza mantuvo un nivel de ingresos en estos dos años y se explica en la suba del porcentual de regalías que recibe, producto de las renegociaciones de las áreas.
La situación de las regalías por el gas natural es distinta. La misma se cuantifican en pesos y no en dólares y subieron un 206 por ciento desde 2015 al 2017 -siempre teniendo en cuenta períodos de enero a octubre, que son los últimos disponibles-.
En 2015 las nueve provincias gasíferas y el Estado nacional acumularon $ 2.965 millones en regalías. En 2016 crecieron a $ 6.750 millones y al cierre de 2017 acumulan $ 9.071 millones, cuando todavía falta computar dos meses.
Aunque la producción de gas, se mantuvo estable de entre 30 y 31 millones de m3 en cada uno de los períodos de ochos meses durante estos tres años, el incremento de las regalías se explica por una suba del precio y no por un aumento de la actividad.