El precio del petróleo superó los US$ 80 y el gas natural aumenta, impulsado por la escasez de suministro. El crudo ya supera a otras materias primas.
El petróleo estadounidense subió +1,5% a US$ 80,52 el barril, por primera vez desde finales de 2014, llevando su escalada desde finales de octubre 2020 al 125%. Es una presión notable sobre la inflación y también sobre el nivel de actividad económica en los países importadores de crudo. Además es un problema de pérdida de popularidad para la Administración Joe Biden justo cuando Donald Trump quiere volver.
El aumento prolongado de los precios del petróleo está dejando atrás algunos otros productos básicos industriales. El petróleo está ahora en camino de superar al cobre este año -que está a apenas 8% de su récord de mayo-, lo que no sucedía desde 2002 y está encabezando el índice de materias primas por el mayor margen en más de una década, según Dow Jones Market Data. Al igual que el petróleo, el gas natural también está superando con creces a otros productos básicos.
Los precios del petróleo han subido más del 16% desde principios de septiembre, alentados por un repunte económico mundial y una escasez de gas natural que ha aumentado la demanda de otras fuentes de energía. El rally se aceleró brevemente la semana pasada cuando Jennifer Granholm, secretaria de Energía de Estados Unidos, le dijo al Financial Times que la Administración Biden estaba considerando aprovechar las reservas estratégicas de la nación para ayudar a aliviar los crecientes precios del combustible.
China
Algunos metales industriales han caído por los temores de una moderación del crecimiento en China, el mayor consumidor de materias primas y el mayor importador de petróleo del mundo.
Las consecuencias económicas del inminente colapso del promotor inmobiliario China Evergrande Group podrían magnificar la desaceleración causada por la variante Delta del coronavirus, según el mercado. El crecimiento de la economía china se encuentra muy vinculada a los desarrolladores inmobiliarios.
Y pese a todo esto, ocurre el aumento persistente del crudo: esto demuestra el nivel de la escasez de suministro de energía, que está frenando la actividad de las fábricas en todo el mundo y contribuyendo a un repunte de la inflación.
Las preocupaciones sobre la aceleración de los precios al consumidor y la escalada de los rendimientos de la deuda pública han provocado, a su vez, volatilidad en las acciones estadounidenses en las últimas semanas.
El mercado está dominado por temores:
- miedo a una demanda más fuerte de energía,
- miedo a un contagio del repunte del precio del gas y la energía,
- miedo a perderse el repunte de la economía, y
- miedo a la menor oferta
Los consumidores estadounidenses están pagando más por cargar en el surtidor que desde 2014, lo que golpea a la Administración Biden, que ha visto caer su popularidad.
Con los precios de la energía en Europa al alza, los futuros de gas natural de USA alcanzaron el 05/10 un máximo de casi 13 años a US$ 6,31 por millón de unidades térmicas británicas (BTU), lo que elevó su avance en el año a casi el 150%.
A pesar de un retroceso reciente, los precios podrían dispararse aún más si las bajas temperaturas en los próximos meses aumentan la demanda.
Los altos precios del gas natural y los inventarios agotados podrían llevar a algunas centrales eléctricas a utilizar el petróleo como alternativa al gas natural para la generación de electricidad, dicen algunos analistas. Eso impulsaría la demanda de crudo al mismo tiempo que los comerciantes aumentan las apuestas de que la presión ambiental de los inversores generará escasez a largo plazo, lo que aumentará el impulso.
El sector energético en el índice de acciones S&P 500 ha sido el grupo con mejor desempeño este año, avanzando 50%, lo que rebota en las acciones de empresas como Pioneer, Occidental y Diamondback Energy Inc., y detrás los gigantes de la industria: Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp.
Los analistas de Bank of America dijeron en una comunicación a sus clientes que el Brent podría alcanzar los US$ 100 este invierno (boreal, que es verano en el Hemisferio Sur) si aumenta la demanda. Más aumentos de precios podrían agregar presión a la economía y complicar los planes de la Reserva Federal de aumentar gradualmente las tasas de interés recién a partir del 2022.
“Es la combinación de los precios del petróleo más altos de lo normal con los otros cuellos de botella en la economía lo que obliga a la cautela”, dijo Nela Richardson, economista en jefe de Automatic Data Processing Inc.
Alarma
Los economistas consultados por Reuters esperan que los datos a publicarse el miércoles 13/10 muestren que los precios al consumidor en Estados Unidos subieron un 5,3% en septiembre con respecto al mismo período del año pasado, lo que marcaría el 4to. mes consecutivo en que la inflación general en la economía más grande del mundo ha superado el 5%.
La inflación prolongada ha acumulado presión sobre la Reserva Federal, que ya ha señalado que está lista para reducir sus US$ 120.000 millones al mes en compras de bonos de respuesta a la pandemia -lo que ayudó a mantener una generosa liquidez-, para elevar las tasas de los préstamos en Estados Unidos desde mínimos históricos.
Todo esto sucede a apenas unas semanas e una cumbre climática mundial en Glasgow, Escocia. Muchos analistas dicen que los cambios recientes muestran los riesgos de eliminar la producción de combustibles fósiles demasiado rápido.
La OPEP, países como Rusia y las empresas privadas que están menos sujetas a la presión ambiental están preparados para ejercer más influencia en los mercados de materias primas, dijeron analistas. La OPEP optó recientemente por ceñirse a los incrementos de oferta medidos, lo que contribuyó a que los precios del petróleo subieran aún más.
Medidas como la liberación de reservas podrían ayudar a equilibrar brevemente los mercados de energía, pero algunos inversores aún creen que el impulso a largo plazo de los inversores para que los productores reduzcan el suministro y las emisiones ayudará a impulsar los precios.
Un ejemplo a tener en cuenta: muchos analistas esperan que la oferta de cobre y otros metales sea limitada por las preocupaciones climáticas, pero las preocupaciones por la demanda han afectado a esos productos básicos. El sector inmobiliario chino representa alrededor del 10% de la demanda mundial de cobre, por lo que algunos comerciantes ahora piensan que los mercados de metales estarán adecuadamente abastecidos.
Ese no es el caso del petróleo.
“Existe esa mentalidad de escasez”, dijo Noah Barrett, analista de investigación energética de Janus Henderson Investors. “La gente anticipa un mercado más ajustado”.